La Universidad Camilo José Cela organizó el Congreso Internacional “Retos y oportunidades de un continente en transformación. África ante el siglo XXI”, donde académicos y diplomáticos debatieron sobre los desafíos y oportunidades de África. Se abordaron temas como la transformación geopolítica, el papel de las mujeres en el desarrollo, la relación entre crecimiento económico y derechos fundamentales, y los flujos migratorios, enfatizando la necesidad de enfoques cooperativos y respetuosos con los valores africanos.
La Universidad Camilo José Cela ha llevado a cabo el Congreso Internacional titulado “Retos y oportunidades de un continente en transformación. África ante el siglo XXI”. Este evento reunió a académicos, diplomáticos y especialistas tanto nacionales como internacionales para discutir los principales desafíos y oportunidades que enfrenta el continente africano. La organización del congreso estuvo a cargo del Departamento de Derecho de la UCJC, en el marco del proyecto de investigación MISESOC 2425, enfocado en analizar los flujos migratorios y su impacto en las políticas sociales y económicas.
La inauguración del congreso estuvo marcada por las intervenciones del decano de la Facultad de Emprendimiento, Empresa y Ciencias Jurídicas, Stefano Visintin; el director académico del evento, Carlos Arroyo Abad; y el encargado de Negocios de la Embajada de Senegal, Hamadou Sidy Mohamet Diallo, quien agradeció la presencia del público.
El congreso se estructuró en cuatro paneles temáticos. El primero se centró en la transformación geopolítica de África, donde el profesor Dagauh Gwennael Gautier Komenan presentó una ponencia inicial. Posteriormente, durante una mesa redonda moderada por Rafael Calduch, se enfatizó la necesidad de que África refuerce sus estructuras políticas internas y trace su propio camino sin depender de modelos externos ni intereses ajenos.
El segundo panel abordó el papel fundamental de las mujeres en el desarrollo africano. La especialista Ruth Abiola Adimula inauguró el debate con una ponencia sobre liderazgo femenino, seguida por una discusión sobre las barreras estructurales que limitan la participación plena de las mujeres en esferas políticas y sociales. Las expertas coincidieron en que el desarrollo sostenible del continente está intrínsecamente ligado a garantizar la justicia de género.
La tercera sesión se enfocó en encontrar un equilibrio entre el crecimiento económico y el respeto a los derechos fundamentales. El experto Andras Toth ofreció una conferencia inicial abogando por políticas económicas que generen riqueza sin descuidar aspectos esenciales como la salud, la educación y la protección laboral. En la mesa redonda posterior, se subrayó la urgencia de integrar el desarrollo productivo con principios de justicia social.
Finalmente, el cuarto panel exploró los ciclos migratorios. Carlos Arroyo Abad expuso sobre la complejidad de los flujos migratorios africanos y su potencial transformador. Durante el debate subsiguiente, se destacó la importancia de enfoques cooperativos y multilaterales que prioricen los derechos humanos frente a políticas restrictivas o fragmentadas.
El congreso concluyó con una reflexión compartida: África está inmersa en un proceso profundo de transformación que merece ser acompañado por una mirada académica respetuosa e inclusiva, centrada en sus propios valores y prioridades.